Autor: Blas Valentín Moreno

El Rincón de Ademuz es una encrucijada, no sólo geográfica, sino también lingüística, donde confluyen acepciones y formas de hablar, en especial de las zonas geográficas aragonesas, aunque también valenciano/catalanas, sin olvidar las conquenses o manchegas.

La historia de una tierra también está hecha de las palabras peculiares que se han venido utilizando durante años; palabras, giros, expresiones lingüísticas que forman parte de la idiosincrasia del terreno tanto como las piedras y casas que la conforman.

En definitiva, una historia popular y una cultura lingüística con las cuales conviví, que luego olvidé y que, a través de este trabajo, nuevamente rescato. Palabras pertenecientes a un dialecto cuya realización en la praxis ha dejado de existir o, en el mejor de los casos, palidece con el fluir del tiempo.

Usando una metáfora del lingüista aragonés Manuel Alvar, podemos considerar el Rincón de Ademuz como un “microcosmos lingüístico” en el que se observan diversas variedades y realizaciones lingüísticas.

Es esta falta de uniformidad lo que en cierto modo humaniza el texto, nada está muerto, pues todo fluye, nada permanece; los textos no pueden quedar varados en un espacio intemporal, pues la misma realidad es cambiante y necesita plazos y revisiones. También este diccionario.