p.4 potsdamer platz (berlin), plaza de los naranjos (marbella)

Autor: José Antonio García Marcos

La presente novela cierra una trilogía en la que he abordado uno de los acontecimientos más desconocidos de la Alemania nazi: el exterminio de los enfermos mentales.

En Hadamar primero, Auschwitz después (Colección interciencias, UNED, Alzira-Valencia, 2000) un narrador omnisciente rastrea la vida del Dr. Herbert Klinke, el psiquiatra responsable de coordinar la Aktion T4, nombre encubierto de la organización secreta encargada de acabar con los denominados Erbfeinde, los enemigos genéticos de la pureza racial aria.

Si Auschwitz es el campo de exterminio que mejor simboliza el intento de los nazis por hacer desaparecer a los judíos de la faz de la tierra, Hadamar es el principal manicomio donde se realizó el programa de “eutanasia”, el asesinato masivo de enfermos mentales clasificados como incurables.

Al terminar Hadamar primero, Auschwitz despuésme cuestioné las dificultades que podría tener el lector a la hora de discriminar entre los hechos reales y los ficticios y, por esta razón, decidí escribir el ensayo Psiquiatría y “Eutanasia” en la Alemania nazi, publicado en la revista Claves de razón práctica (nº 120, marzo 2002). Se trata del análisis histórico de cómo el nacionalsocialismo se enfrentó al problema de la enfermedad mental y de a solución radical que adoptó.

Postdamer platz (Berlín), Plaza de los naranjos (Marbella), relatada en primera persona por Gerhard Rotmüller, surgió de la idea de introducirme en el seno de una familia berlinesa, de principios del siglo pasado, que regentaba una carnicería en las cercanías de Postdamer Platz. Uno de sus miembros, Karl Rotmüller, hermano gemelo del narrador, sufrirá un proceso de enajenación mental por el que se convertirá en una más de las víctimas del plan de exterminio de enfermos improductivos, ideado desde la Cancillería del Führer en connivencia con la psiquiatría oficial. enmarcada dentro del relato autobiográfico, describe cómo el narrador se enfrenta a un infarto agudo de miocardio y, posteriormente, a los recuerdos del pasado. Por sus páginas discurren las remotas vivencias de la infancia, que coinciden con la Primera Guerra mundial y con la República de Weimar, la transición a la juventud, las primeras experiencias amorosas y los sueños de convertirse en un célebre pintor, en una Alemania convulsionada por los enfrentamientos civiles, por las crisis económicas y por una clase política que termina entregando el poder a Hitler el 30 de enero de 1933. Después de dudas y vacilaciones, decide afiliarse al partido nacionalsocialista, deparándole el inicio de la Segunda Guerra Mundial un curioso destino, acorde con su formación artística. Tras la derrote del Tercer Reich y la división de Alemania se convierte, junto con su mujer Judith Blumenthal, en ciudadano de la República Democrática alemana. sin embargo, las heridas provocadas por el nazismo, lejos de cicatrizar, se agudizarán a medida que pasa el tiempo y que sus hijos crecen. Los acontecimientos le llevarán a exiliarse con su familia en la República Federal el días antes de comenzar la construcción del muro de Berlín y, más tarde, a abandonar Alemania, instalándose definitivamente en Marbella.